Consejos prácticos para preparar el Camino de Santiago
Para disfrutar al máximo de tu aventura en bicicleta, es fundamental preparar tu cuerpo y tu bici. Sigue estas recomendaciones de entrenamiento antes de emprender el Camino-
1º Pon tu bici a punto
Asegúrate de que tu bicicleta esté en perfectas condiciones para afrontar el reto. No necesitas una bici de alta gama, pero sí con una mecánica revisada a fondo. Se aconseja estrenar cadena y cubiertas para evitar sorpresas.
2º Empieza poco a poco:
Si no estás acostumbrado a rodar, comienza con salidas cortas de 10 o 15 kilómetros para que tu cuerpo se adapte a la bicicleta. Es muy recomendable usar desde el principio el mismo culotte que llevarás en el Camino para que se acople perfectamente con tu sillín.
3º Aumenta los kilómetros (sin desnivel inicial)
Una vez te sientas cómodo, ve aumentando la distancia de tus salidas de forma progresiva. En esta fase, el objetivo principal es ganar fondo y fortalecer las piernas, sin enfocarte aún en grandes subidas.
4º Entrena con cualquier clima
Sal cada fin de semana, sin importar si hace buen o mal tiempo. Además del entrenamiento físico, esto te ayudará a fortalecer la mente, una preparación crucial para los días de calor, lluvia o viento que puedas encontrar en el Camino.
5º Sal entre semana
Si tu horario lo permite, añade salidas entre semana. Esto es importante para acostumbrar tu cuerpo a la acumulación de kilómetros y a un ritmo de actividad más constante.
6º Incorpora desnivel
Una vez que hayas conseguido una buena base de fondo, es el momento de empezar a incluir rutas con desnivel. Esto te preparará para las subidas y bajadas que encontrarás a lo largo del Camino.
7º Entrena con peso
Cuando lleves varios meses con un buen volumen de kilómetros semanales, tanto en fin de semana como entre semana, empieza a poner peso en la bici (con alforjas o mochila). Así tu cuerpo se irá acostumbrando a la carga real del viaje.
8º Simula el camino
En la fase final de tu preparación, realiza salidas largas con bastante desnivel y las alforjas llenas, varias veces por semana. Ten en cuenta que en el Camino harás entre 60 y 110 km diarios, con diferentes desniveles y sin saber qué tiempo hará. Cuanto más preparado vayas, menos sufrirás y más disfrutarás cada etapa.