Sagunto, 24 de junio 2019 iniciamos esta aventura dos antiguos compañeros de estudios de 70 años y queremos dejar constancia ante los lectores de que hemos realizado este camino con mucha prudencia y tranquilidad, sin retos de resistencia ni horarios ajustados para terminar las etapas en tiempo record. No hemos querido sufrir lesiones, hemos disfrutado de la naturaleza, ríos, fuentes, gastronomía, degustado vinos de la tierra, visitado algunos monumentos…. Caminando sin prisas, descansando cada cinco kilómetros, tomando algún refresco en los bares, charlando con otros caminantes, con las gentes del lugar, fotografiando todo lo interesante que nos brindaba el camino.
En definitiva, queríamos llegar bien a Santiago, disfrutar de todo y sobre todo no llegar a destino perjudicados por lesiones o simplemente no llegar.
INICIO DE LA AVENTURA.
24-6-2019. ETAPA 1ª O CEBREIRO A TRIACASTELA. 21,1K
Madrugamos, nos recoge el taxi y nos dirigimos al aeropuerto de Manises – Valencia para coger vuelo de las 6:00 de la mañana. Una hora y cuarenta minutos de vuelo y aterrizamos en Santiago.
En la puerta de salida del aeropuerto tomamos autobús de línea con destino a estación de autobuses de Santiago a las 8 de la mañana, para luego a las 9:45 salir en autobús de ALSA y destino Madrid con parada en nuestro destino Piedrafita del Cebreiro. Llegamos a las 13:10. Un taxi que nos acerca a O Cebreiro y tras entretenernos un buen rato visitando el lugar tomando fotos, etc, iniciamos nuestro camino a las 13:45 horas.
Piedrafita do Cebrerio es el lugar donde para el autobús de línea Santiago-Madrid. Pertenece a la provincia de Lugo, comarca de los Ancares a 1098 metros de altitud. Se conoce como la puerta del Camino de Santiago a su paso por Galicia. Representan a esta zona las conocidas “pallozas”, construcciones que tienen su origen en la época prerromana, son de planta circular y muro de piedra con cubierta cónica formada por tallos vegetales generalmente de centeno.
Hay peregrinos que cuando llegan a Piedrafita do Cebreiro inician ya el camino y ascienden ya a O Cebrerio caminando. Nosotros como ya he dicho antes subimos al alto de O Cebrerio en taxi, era nuestra propuesta inicial. La distancia desde Piedrafita a O Cebreiro caminando es de no llega a 4 kilómetros ascendiendo pues hay que subir otros 230 metros en 3,6 kilómetros aproximadamente.
Desde O’Cebreiro (Lugo) a Santiago tendremos que caminar sobre unos 151 kilómetros y eso es lo que vamos a intentar el amigo Juan y yo.
En O Cebreiro cabe destacar la Iglesia de Santa María La Real del siglo IX. En su interior se conservan reliquias relacionadas con el milagro del Santo Grial. En esta Iglesia es donde los peregrinos sellamos las credenciales y por supuesto las primeras fotos.
Después de sellar la credencial en el Santuario de Santa María la Real, primeros pasos del camino y a los pocos minutos debemos de ponernos el chubasquero, hay niebla y llueve débilmente. Vamos cargados con la mochila que hemos traído, aunque no es nuestra intención cargar con tanto peso los próximos días, recordad, somos ya mayorcitos. Hoy no hay más remedio porque el transporte de mochilas al siguiente destino se realiza por la mañana, hemos llegado tarde y por tanto es necesario transportar personalmente nuestra mochila.
Caminamos 3,2 kilómetros y entre la vegetación de la montaña llegamos a la parroquia se Santo Estevo de Liñares perteneciente al Concello de Pedrafita do Cebreiro. Su iglesia es medieval de estilo prerrománico de una sola nave. Es una pequeña aldea de viviendas de construcción de piedra y esencialmente dedicada a la explotación ganadera.
Descansamos brevemente en una fuente abrevadero, llegan dos caminantes extranjeros que preguntan por albergue y se quedan en este lugar.
La salida de Liñares entre hayas, helechos, robles, castaños y pronto llegamos al alto de San Roque 1.270 metros de altitud., nos fotografiamos junto a la escultura de un peregrino que avanza contra el viento. Hay bastante niebla y no podemos disfrutar del paisaje. Nos vamos aproximando hacia Hospital de la Condesa, pequeña localidad perteneciente al municipio de O Cebreiro-Lugo, pasamos al lado de su Iglesia de San Juan de estilo románico de una sola nave. Llevamos recorridos 5,7 kilómetros. Encontramos o mejor dicho nos alcanzan tres peregrinos que van más rápidos que nosotros.
Seguimos caminando y nos acercamos a la parroquia de Padornelo en la comarca de los Ancares, al lado su iglesia de San Xoan, del siglo XV y cubierta de losas. Aquí en Padornelo cuenta la historia que se instaló la Orden de San Juan de Jerusalén para atender a los peregrinos. Es una aldea muy pequeña.
De pronto, divisamos ya la empinada cuesta que ha de conducirnos hasta el Alto do Poio, mayor cumbre del Camino Francés en Galicia. Se trata de subir una rampa corta pero muy empinada alcanzando la altura de 1337m. Desde este punto y si el tiempo lo permite se divisa la Sierra de O Rañadeiro y su valle.
Antes de iniciar la pronunciada rampa de subida al Poio, nos tomamos un descanso y aparece en bici un simpático Australiano de 68 años de edad que realiza una parada para a entablar conversación con nosotros. Un perro aparece de pronto y parece que quiere unirse al grupo, supongo que para solicitar algo de comida, pero estamos como él, no tenemos nada que ofrecerle salvo compañía.
Al simpático Australiano le han alquilado o vendido una bici que está más para tirar a la chatarra que para hacer un Camino en mínimas condiciones. Le ayudamos a empujar la bicicleta durante un tramo de la empinada subida y por supuesto pie en tierra. Al poco tenemos que dejar de ayudar, ya tenemos nosotros bastante con nuestra mochila y ascender. En lo alto, en un bar y nos disponemos a comer casi a la hora de merendar. Llevamos recorridos 8,5 kilómetros. Volvemos a encontrarnos con el Australiano en el bar. Nosotros tomamos unos macarrones y el Australiano no para de comer bollería diversa. Nos volvemos a despedir con un apretón de manos y ya no nos volvemos a ver.
Después de comer-merendar retomamos la marcha, al llegar a Fonfría hacemos un descanso y fijamos nuestro objetivo en finalizar la etapa en Triacastela.
Fonfría pertenece al municipio de Piedrafita do Cebreiro, existen varios albergues. Su Iglesia es la de San Xoan siglo XVI, restaurada, de nave rectangular, muros de piedra y tejado de losas. Fonfría está situada en la bajada hacia el río Navia, tuvo en sus tiempos un hospital para peregrinos denominado de Santa Catalina y estaba encomendado a la Orden de los Caballeros de San Juan. Hay una palloza que es utilizada como restaurante.
En esta población entramos a tomar algo en el bar del albergue denominado A Reboleira, encontramos a cuatro chicas australianas, una de ellas muy perjudicada de los dos pies totalmente hinchados y que pretendían descansar un par de días para ver si se mejoraba y podía continuar. Al día siguiente iban a coger un autobús de la zona para ir a Sarria y descansar allí los dos días. Ya no supimos nada de ellas, realmente lo estaban pasando mal. Tristes pues como nos dijeron habían venido de la otra parte del mundo. Son cosas que pasan y ojalá que se recuperara con el descanso. Como dice mi amigo Paco que lleva más de veinte caminos a pie y en bici: “A Santiago no hay que pedirle nada”, “solo darle gracias pues cuando lo necesitas siempre acude en tu ayuda”. Espero que acudiera en ayuda de estas chicas.
Nos quedan algo más de 9 kilómetros para Triacastela. En poco más de media hora pasamos por la aldea de Lamas de Biduedo junto a la capilla de San Pedro. Pertenece a la parroquia del Concello de Triacastela comarca de Sarria.
Continuamos hacia Filloval que se encuentra a 3 kilómetros de Biduedo. Después de algún descanso nos dirigimos ya a Triacastela, pertenece a la provincia de Lugo y a la comarca de Sarria. Es una población importante y con buenos servicios y albergues. Sus calles y rincones desprenden sabor a peregrinaje, hay ambiente de peregrinos. Se respira naturaleza por todos los sitios. En agosto celebran las fiestas de San Mamede. El 16 de julio homenajean a la Virgen del Carmen.
El reloj sobrepasa largamente las 20 horas. Tomamos unas tostadas con jamón y queso, aunque nos interesa más descansar. El día ha sido duro. Nos hospedamos en Albergue A. Horta de Abel y rápidamente a dormir. Estamos cansados del viaje y de la etapa.
25-06-2019 ETAPA 2ª TRIACASTELA A SARRIA POR SAMOS 24,7K
En Triacastela hay que decidir el camino a tomar ya que hay que elegir entre dos rutas alternativas, la más larga por Samos o bien la más corta por San Xil de varios kilómetros menos.
Nos encontramos frente al mojón que indica los dos recorridos y mientras decidimos por cual nos decidimos, se nos acerca un peregrino de la India que hablaba castellano perfectamente. Estaba indeciso sobre su elección de camino. Le comentamos el tema de las distancias y de que nosotros vamos a elegir el camino más largo por Samos con el fin de visitar el Monasterio de Samos.
El hindú se decide por el camino corto por San Xil e iniciamos cada cual su ruta.
Espectacular el tramo hasta Samos siguiendo el curso del río Oribio-Sarria entre frondosos castaños, chopos y álamos… 2 horas y 51 minuto hemos tardado a paso lento y con descansos cada 5 kilómetros desde Triacastela al Convento de Samos. La primera vista de Samos impresiona. Desde lo alto se divisa la población y sobre todo su Monasterio al fondo del valle junto al río Oribio-Sarria. El descenso hacia Samos, yo particularmente lo sufrí pues la bajada era bastante pronunciada y me resbalaba el pie en la bota por las plantillas integradas a mis botas. Me dolían los dedos pulgares del pie por la fricción continuada. Por fin, llegamos al cauce del río y atravesando el puente nos dirigimos al Monasterio para visitarlo.
Al llegar nos informan que falta una hora para la siguiente visita guiada y decimos no esperar. Descansamos un rato tomando una cerveza en un bar.
El Monasterio de San Julián de Samos o Abadía de Samos pertenece a la Orden de los Benedictinos. Estilo gótico tardío. Se encuentra al lado del río Sarria. Es el monasterio habitado más antiguo de España. P. Feijoo describe así la topografía del lugar: “Tan recogido, tan estrecho, tan sepultado está ese Monasterio entre cuatro elevados montes, que por todas partes no sólo le cierran, mas le oprimen, que sólo es visto de las estrellas, cuando las logra verticales….”
Es demasiado pronto para comer, estamos indecisos si compramos algo en la tienda y luego paramos a comer donde nos parezca, pues a partir de aquí según nuestra información no vamos a encontrar bar o restaurante. Preguntamos a un repartidor de productos alimenticios por algún lugar para comer y nos indica el Hotel-Restaurante A. Veiga situado en la salida de la población. Entramos en el restaurante y aunque era pronto consultamos si podíamos comer. La persona que nos atiende nos dice que tenemos que esperar casi una hora por ser aún temprano y no estar la cocina abierta. Nos despedimos y amablemente nos indica que aproximadamente dos kilómetros más adelante y en nuestro camino nos encontraremos con otro bar restaurante y que lo mejor es parar en ese lugar porque hasta Sarria no vamos a encontrar otro. Efectivamente en dos kilómetros encontramos el mesón restaurante Pontenova donde tomamos una sopa de cocido, unos deliciosos mejillones de tapa y churrasco. Frente a nosotros discurre el río Oribio (Sarria) a la otra parte de la carretera.
Después de la comida reanudamos el camino. Hay algunos tramos que discurren por carretera. El resto, por bellos parajes del valle de Oribio plagado de castaños, chopos y álamos.
Durante el recorrido de la tarde Juan y yo hemos recordado anécdotas de tiempos de estudiantes cuando estábamos internos en el Colegio La Salle de Teruel en los años sesenta y pocos. Ha sido emocionante comentar nuestros recuerdos, las largas temporadas que pasábamos en el internado sin ir a casa, sólo en vacaciones de navidad, semana santa y verano. Hemos repasado otros momentos pasados, profesores, internado, compañeros, los que están, los que se han ido, situaciones personales, anécdotas, etc.; como he dicho ha sido muy emotiva la tarde. Se nos ha pasado rápidamente recordando los tiempos pasados. Tantos trozos de vida recordamos, que el camino hasta llegar a Sarria se nos hizo corto.
Durante la etapa hemos disfrutado también de bellos parajes, sin prisas, con descansos, de ahí que hayamos estado 6 horas y 45 minutos caminando. Pernoctamos en Albergue Oasis de Sarria, donde nos esperaban nuestras mochilas que habían sido transportadas desde Triacastela. El albergue Oasis se encuentra a la entrada de la localidad. Tenemos mucha suerte y pese a las fechas estamos sólo tres peregrinos en una sala de dieciséis. Paseamos un poco por la población, tomamos un refresco, comienza a llover un poco. Yo estoy bastante cansado y compro algo de comer en una panadería y me retiro a descansar ya que me han aparecido ampollas bajo el dedo pulgar de cada uno de los pies. Me curo bien y este problema ya no me afecta para los siguientes días. El compañero se queda por la población tomando una tapa de pulpo.
En estas dos primeras etapas hemos observado que no hay muchos peregrinos, suponemos que a partir de la etapa de mañana habrá ya gran afluencia, o mejor, quizá es que no madrugamos demasiado y por eso no vemos a los que salen al amanecer.
26-06-2019 ETAPA 3ª SARRIA A PORTOMARIN 22,4K
Sarria, pertenece aún a la provincia de Lugo. Es una importante población, con muchos servicios y albergues. Se encuentra a 114 kilómetros de Santiago y por ello es punto de partida para los peregrinos que inician camino y cumplir con los 100 kilómetros de distancia mínima que exigible que da derecho para obtener la Compostela. Se observa en el ambiente gran cantidad de peregrinos. El Camino del Norte conecta en esta población.
Iniciamos nuestra etapa a las 8:00 horas. Como ayer nos albergamos a la entrada de Sarria, hoy nos toca atravesar toda la población. No tardamos en encontrarnos de pronto con la espectacular escalinata que nos conducirá a lo más alto de Sarria, pasamos por el Mirador de la Prisión, por el Museo Etnográfico del Pan.
En un punto del primer tercio de la etapa, un gaitero nos ameniza el camino con su música, nos hacemos unas fotos con él y le compensamos con algún euro.
Pasamos por Barbadelo donde según las leyendas venían los criados de los hosteleros de Santiago a recomendarles posada a los peregrinos. Nos encontramos ahora a 111 kilómetros de Santiago. Llegamos a Morgade, nos acomodamos en el bar que lleva su nombre. El lugar está muy animado con gran cantidad de peregrinos, muchos extranjeros. Nos refrescamos, descansamos un rato. El amigo Juan se compra una gorra que paga a buen precio. Hoy es el primer día de sol y es necesario protegerse. Sellamos credenciales y continuamos el camino.
En breve alcanzamos el mojón que indica 100 kilómetros a Santiago. A escasos 8 kilómetros de Portomarín, decidimos comer algo y descansar, las fuerzas andan un poco mermadas. Reanudamos camino después de comer y llegamos a un cruce en la carretera general que va a Portomarín. Una indicación nos marca dos rutas, una original y otra alternativa. Decidimos la original. Iniciamos una bajada impresionante por las llamadas corredoiras gallegas y con mucho cuidado para no resbalar. Vemos abajo al fondo, el embalse de Belesar y el Río Miño. El embalse de Beselar, sepultó y dejó bajo sus aguas a la antigua población de Portomarín. Se construyó uno de los mayores embalses de Europa. La Iglesia románica de San Juan, se volvió a edificar en la nueva población después de haber marcado con números piedra a piedra. También se trasladó la Iglesia de San Pedro y un arco del puente romano, que hoy preside la entrada a la villa. Cuando baja el nivel del agua, todavía pueden verse las construcciones del antiguo pueblo.
Accedemos hacia la nueva población de Portomarín atravesando el gran puente que cruza el Miño y embalse. Cruzado el puente accedemos a la villa por una escalinata que se asienta sobre los arcos del viejo puente medieval. En la parte alta de la escalinata está la capilla de la Virgen de las Nieves. Interesante la historia de Portomarín, que pueden encontrar en internet.
Llegamos a las 17:46 horas, contando todas las paradas de descanso, comer y a nuestro tranquilo ritmo. Etapa de constantes subidas y bajadas.
Pernoctamos en Casa Ribeira Sacra. El pueblo es muy pintoresco. Tiene una preciosa y animada plaza y dispone de todos los servicios. Mucho ambiente de camino y numerosos grupos de estudiantes con sus monitores. Los que encontramos nosotros eran del CEU de diversas localidades españolas. En los próximos días vamos a encontrarnos con estos grupos en muchas ocasiones.
27-06-2019 ETAPA 4ª PORTOMARIN A PALAS DE REI 25 K
Como casi todos los días iniciamos el camino sobre las 8 de la mañana. Acometemos un tranquilo ascenso al monte San Antonio, pasamos por sendas laterales a la carretera. En aproximadamente 8 kilómetros llegamos a Gonzar parroquia de Portomarín. Antes de cruzar la sierra de Ligonde, pasamos por Ventas de Narón, lugar donde se cree que los cristianos batieron al emir de Córdoba cuando intentaba conquistar Galicia. Ascendemos al alto de la Sierra de Ligonde. La sierra de Ligonde divide las cuencas de los ríos Miño y Ulla. A partir de ahora, disfrutamos de 1,5 kilómetros de descenso, aunque para mis dedos pulgares de los pies el descenso no es lo que más gracia me hace por el dolor en la puntera de las botas. Tengo que amortiguar las bajadas con bastón.
Llegamos a Ligonde después de 16,5 kilómetros de camino. Pertenece al Concello de Monterroso y engloba 12 aldeas. Antes de entrar en Ligonde se encuentra el cruceiro de Lameiros cuyos cuatro lados de la base, representan el calvario y muerte de Jesús (martillo, clavos, espinas y calaveras). Pasamos por el puente sobre el río Airexe.
Airexe kilómetro 17,4, pequeña aldea de la parroquia de Ligonde. Portos en el kilómetro 19,4. Lestedo kilómetro 20, Avenostre kilómetro 22,4 pertenece al Concejo de Palas de Rei y llegamos a O Rosario donde se dice que los peregrinos rezaban el rosario ante la vista del Monte Sacro y que en sus laderas los discípulos de Santiago domaron los toros bravos que trasladaron el cuerpo del santo, kilómetro 23,4K.
Un poco antes de llegar a Palas de Rei, entablamos conversación con un chico francés que ya se le apoderaba la etapa pues venía de más lejos que nosotros y le animamos a que llegara a Palas que ya se encontraba a la vista. Se quedó descansando y hablando de vinos de Galicia durante la conversación, nos promete invitarnos a tomar una botellita de Ribeiro en Palas.
Antes de llegar a Palas de Rei atravesamos una excelente área recreativa y de descanso denominada Os Chacotes. Terminada el área recreativa llegamos a Palas de Rei por la Rúa do Cruceiro.
Nos acomodamos en el albergue Outeiro, en la parte alta de la población al lado casi de la Iglesia. Cominos ya algo tarde en Mesón Casa Benito, que además dispone de albergue. Menú peregrino sencillo, primero a base de pasta y segundo carne con patatas fritas, no pudimos terminarlo porque nos sirvieron demasiada comida.
Durante la comida vivimos un incidente en el restaurante pues, un niño de unos 10 años entró corriendo desde la calle creyendo que la puerta estaba abierta y tropezó violentamente con el cristal. No pasó nada pues al parecer el primer golpe lo dio con la rodilla y el golpe en la cara fue menos fuerte. Se recuperó y al menos todos nos quedamos tranquilos. En etapas posteriores, nos volvimos a encontrar con esta familia y todo estaba normal con el niño, sin problemas.
Coincidimos en el albergue con un numeroso grupo de jóvenes del CEU, que ya encontramos en Portomarín. Le pedimos al propietario del albergue que nos protegiera un poco de los ruidosos jóvenes y nos adjudicó una habitación con una litera para los dos.
Por la tarde después de descansar, dimos un paseo por Palas, compramos algún producto para las ampollas en una parafarmacia, la dependienta nos atendió muy bien y nos recomendó la mejor opción. Nos comentó que antes de dedicarse a la parafarmacia trabajó en la fábrica de Quesos García Vaquero de Palas de Rei. Muy atenta y amable.
Vimos de lejos al joven francés, pero debió de entrar en algún albergue o bar y le perdimos de vista, pero de todas formas la botella de Ribeiro prometida con pulpo no nos faltó. En la Pulpería el Caminante tomamos una merienda-cena a base de pulpo y diversas tapas.
28-06-2019 ETAPA 5ª PALAS DE REI A ARZUA 28,8 K
Palas de Rei es una pequeña población de unos 3.500 habitantes, con todos los servicios y perteneciente a Lugo.
Hoy madrugamos e iniciamos el camino a las 6:00 horas.
En la etapa de hoy vamos a dejar ya la provincia de Lugo y entraremos en la de A Coruña.
Desde nuestro albergue Outeiro en la zona más alta de Palas de Rei comenzamos a descender, pasamos por un lugar donde hay una escultura que representa a peregrinos bailando. Algunos peregrinos pese a la temprana hora simulan bailar también frente a la estatua.
Después de algo más de 3 kilómetros caminados pasamos por San Xulián do Camiño y descendemos una pronunciada corredoira hasta el río Pambre. Atravesamos tierras de labor y bosques de eucaliptus.
En Casanova, después de 5,5 kilómetros caminados y siguiendo nuestra costumbre de descansamos unos cuantos minutos, retomamos la marcha para acercarnos al límite que divide la provincia de Lugo con la de A Coruña y por fin, es hora de pasar de provincia llegando a O Coto que se encuentra a 8,5 kilómetros del inicio de la etapa y primera población de A Coruña correspondiente con esta etapa.
En esta zona, observamos cestos muy grandes (denominados cabazos) que hacen la misma función que los hórreos para conservar el maíz. Nos dirigimos hacia Leboreiro perteneciente al municipio de Melide.
Hoy la etapa es larga y queremos llegar cuanto antes a Melide que se encuentra a mitad de etapa, pretendemos almorzar en esta localidad aunque lleguemos algo tarde para ello, por tanto reanudamos el camino, pasamos por Leboreiro, un tramo lo recorremos junto a la carretera, luego bajamos hacia la orilla del río Furelos afluente del Ulla, lo cruzamos por un puente medieval y llegamos a la parroquia de San Xoan de Furelos kilómetro 13. Nos quedan menos de 2 kilómetros para llegar a Melide. Población grande y con todo tipo de servicios.
Dícese de Melide que el Mesón Ezequiel prepara el mejor pulpo del mundo. En Melide tomamos un almuerzo rápido y al mismo tiempo aprovechamos para descansar un poco.
En Melide confluye el Camino Primitivo con el Camino Francés. Parada obligatoria para muchos peregrinos, mucha oferta gastronómica. Desde Melide quedan escasamente 55 kilómetros para Santiago.
Nada más salir de Melide, caminamos un buen trecho con un matrimonio que tienen su residencia en Ferrol. Más tarde nos vamos encontrando en diversas ocasiones y coincidiendo en albergues. También conocemos a tres peregrinas de Alzira que nos han solicitado que les hagamos una foto. Nos vamos adelantando unos a otras de vez en cuando, pues al igual que nosotros se van entreteniendo sacando fotos en los lugares más pintorescos. También coincidimos en el albergue en Arzúa.
Por un empedrado atravesamos el río Catasol afluente del Furelos. En este lugar es necesario hacer fotos propias y a terceros pues es un paraje de una gran belleza. Kilómetro 17,2. Para Santiago ya nos quedan menos de 50 kilómetros y al pasar por el mojón que lo indica nos hemos hecho algunas fotos para el recuerdo. Continuamos hacia Parabispo, Peroxa y llegamos a Boente donde contabilizamos ya 20 kilómetros recorridos.
El cansancio va creciendo por lo que cada varios kilómetros vamos realizando algún descanso. Cuando faltan unos tres kilómetros para llegar a Arzúa, preguntamos a una señora que se encontraba en la puerta de su casa, si conocía algún lugar interesante para comer en Arzúa y nos indica que un buen sitio es Restaurante Casa Teodora. Aunque llegamos algo tarde a Arzúa y casi fuera de la hora de comer, nos atendieron en el restaurante Teodora. El consejo fue bueno, pues comimos muy bien un menú del peregrino. Se nota que es un lugar de referencia de las gentes de la zona. Pedimos una botella de vino blanco fuera de menú, disfrutamos de la comida con relajación. No habíamos tenido tiempo de pasar por el albergue a asearnos antes de comer, por lo que pasamos primero por el aseo a lavarnos la cara, brazos, manos y estar presentables.
Al terminar de comer, marchamos a nuestro albergue situado casi al lado de la Iglesia de nombre Albergue San Francisco. Muy aseado, lo vimos nuevo, de literas de madera. Descansamos un buen rato, coincidimos en el albergue con el matrimonio de Ferrol y con las tres señoras de Alzira.
Mis pies, un poco perjudicados en la zona ampollas de los dedos pulgares, los curé bien, me enrollé una gasa y cuando salimos a pasear buscamos tiendas de zapatos y en una de ellas puede encontrar un tipo de sandalias que en lo sucesivo utilicé hasta llegar a Santiago. No volví a ponerme las botas que me martirizaban los dedos pulgares sobre todo en las bajadas.
Hoy estábamos muy cansados y Juan, mientras yo tomaba un refresco en el comedor del albergue, compró la cena en un supermercado y la tomamos en el comedor. No faltó detalle y disfrutamos mucho de la cena. Lo que nos sobró, botes de bebida, sandía, etc., lo ofrecimos a un grupito de chicos y chicas jóvenes que lo aceptaron con agrado.
Pronto marchamos a descansar. Lo necesitábamos.
Madrugada cinco de la mañana, me despierto, voy al servicio y al volver me doy cuenta de que Juan no se encuentra en su litera. Miro mi móvil y sorpresa, me había enviado una foto desde urgencias enchufado al oxígeno. Me visto y cuando ya salía para acercarme a urgencias Juan que entraba en el albergue. Me dice que no ha dormido en toda la noche, que le ardía el pecho y que salió de la habitación para no despertar a los peregrinos con su tos hasta que decidió acercarse a urgencias.
Me comenta que el médico le comunica que ha terminado el camino para él y que debe de marchar a casa pues tiene una fuerte bronquitis. Toma los medicamentos que le recetan y me indica que lo primero que va a hacer es marchar con taxi al siguiente albergue en A Brea, Albergue el Chalet. Que allí me esperará y mientras yo camino él se acostará a dormir y descansar para ver lo que ocurre.
29/06/2019 ETAPA 6ª ARZÚA A A BREA 13,6K
Al iniciar el Camino habíamos decidido que los últimos 40 kilómetros hasta Santiago los íbamos a dividir en tres etapas para llegar descansados y tranquilamente al destino final. De ahí que esta etapa y las siguientes sean muy cortas, quizá no sea acertado. Ya veremos.
Sobre las 7 de la mañana, llamamos a un taxi que lleva a Juan al siguiente destino A Brea a meterse en la cama y mientras yo emprendo camino desde Arzúa a A Brea. Cuando descanse y yo llegue a A Brea, decidiremos sobre el regreso a casa de Juan o ambos según como se encuentre de la bronquitis.
Emprendo el camino y en la última casa saliendo de Arzúa, me encuentro con una monja a la puerta de su congregación Casa Santa María de la Providencia, denominadas Guanelianas orden creada por San Luigi Guanella.
Desarrollan una misión pastoral en Arzúa, con tareas de catequesis, visitas a los mayores, pastoral juvenil y acogida cristiana a los peregrinos del Camino de Santiago.
Me selló la hermana la credencial, le compré botellines de agua cuyo coste fue la voluntad. Estuvimos hablando sobre el camino y me comentó que días atrás a una pareja de holandeses, se les hizo de noche, se despistaron con el cansancio y al cruzar una carretera fueron atropellados por un vehículo, la chica fallecida y el chico en el hospital muy grave. Antes de marcharme le comenté que mi compañero de camino Juan, la noche anterior había estado en urgencias, que le diagnosticaron bronquitis y que debía marchar a casa, aunque hoy había marchado con taxi al siguiente albergue a descansar en A Brea. Le pedí alguna oración por mi amigo, me preguntó el nombre, me regaló dos juegos de estampas una de San Luigi y otra de Santa María de la Providencia. Por el agua le di la voluntad y me despedí.
Esta corta etapa transcurría un poco extraña pensando en el compañero. Volví a encontrarme con la familia del niño que tuvo el accidente con la puerta del Albergue-Restaurante Casa Benito en Palas de Rei. Me comunican que todo va perfectamente y me agradecen el interés. Destaco en la etapa unos mantos de preciosas flores blancas al lado del camino.
Cuando me faltaba algo más de un kilómetro para llegar al destino, recibo la llamada del compañero Juan. Me comenta que ha descansado unas horas y que se encuentra perfectamente, que no se nota nada del ardor que tenía en el pecho, que se le ha pasado la tos y que pese al diagnostico de bronquitis de la noche anterior, se encuentra en forma para continuar con el camino. Nos despedimos hasta vernos en unos 15 minutos.
Llego sobre mediodía, no recuerdo la hora. Encuentro a Juan fenomenal y en forma. Comentamos que quizá lo que había pasado era alguna alergia y que con la medicación le habían pasado los síntomas. Me aseo y entretanto Juan habla con su hijo que es odontólogo, le comenta la situación y le indica que lo más seguro no había sido una bronquitis, quizás alguna alergia.
Nos vamos a comer algo y al terminar de comer me dice que va a coger taxi para volver a Arzúa a completar la etapa de hoy, que con los medicamentos que ha tomado se encuentra perfectamente y haciendo broma me dice que si le hacen la prueba de doping da positivo seguro. En definitiva, que vuelve a Arzúa en taxi y se pone en marcha para caminar estos cerca de 14 kilómetros. Yo descanso un rato y luego disfruto tomando el sol al lado de la piscina del albergue. Reflexiono sobe lo que siempre me dice mi amigo Paco (que lleva más de 20 caminos), “A Santiago no hay que pedirle nada, solo darle las gracias. Siempre está cuando lo necesitas”.
Al caer la tarde el compañero termina su etapa. Aseo, ducha y a cenar en el albergue. Cenamos muy bien, comida casera. Todo basado en productos naturales del terreno. Los dueños nos trataron muy amablemente. Aquí hemos coincidido con tres señoras mayores con las que ya nos habíamos cruzado en diversas ocasiones y con las que entablamos conversación durante la cena. Estábamos prácticamente en familia cenando. Varios extranjeros, las señoras y nosotros.
30-06-2019 ETAPA 7ª A BREA A LAVACOLLA 15,3K
No madrugamos demasiado ya que la etapa de hoy también es de escasamente de 15 kilómetros, corta por la decisión tomada al inicio de camino.
En 2,7 kilómetros pasamos por Santa Irene, caminamos entre eucaliptus. Nos encontramos con el mojón que nos indica que faltan 20 kilómetros para Santiago. Cuando llevamos 5 kilómetros desde el inicio de hoy vemos en la carretera a nuestra izquierda la población de Pedrouzo pero la cruzamos para seguir por el bosque de eucaliptus rodeando la población. En el bosque hay acampado a un peregrino extranjero que mediante un cartel pide ayuda económica para terminar el camino. Le dejamos unas monedas y nos lo agradece desde el interior del bosque donde tiene la tienda de campaña.
Entretenidos con nuestra charla, vamos avanzando y casi sin darnos cuenta llegamos a Cimadevilla en las inmediaciones del aeropuerto de Lavacolla. Descansamos sentados al lado del camino y en este mismo lugar han dejado un par de botas nuevas abandonadas por algún peregrino que le deberían de estar molestando. Durante el descanso pasan los participantes de una carrera de bici de montaña y durante un buen rato tenemos que caminar con cuidado pues hay ciclistas rezagados, el camino es estrecho y corremos peligro.
Llegamos a San Paio y nos encontramos a menos de dos kilómetros del fin de nuestra etapa de hoy en Lavacolla. Por fin entramos en Lavacolla, pasamos por al lado del cementerio y frente a él bajamos hacia nuestro albergue de hoy Hostal San Paio, dispone también de restaurante.
Hoy comemos en el restaurante San Paio, descansamos hasta las 18 horas y luego nos dedicamos a visitar la población. Hoy creo que nos hemos equivocado por terminar la corta etapa aquí. Hay poco que ver, domingo y nadie por la calle. Observamos que en la carretera nacional y fuera de la población hay un complejo de restaurante para eventos y bastante movimiento de personas. Decidimos acercarnos hacia el lugar donde se han celebrado comuniones. Nos sentamos en una mesa en la zona ajardinada. Al menos pasamos un rato entretenido viendo el ir y venir de niños y mayores pues en la población no se veía nada más que algún peregrino despistado como nosotros.
Pasada una hora decidimos volver hacia el núcleo de población y observamos que hay un almacén con una explanada donde paran autobuses. Nos pica la curiosidad y pasamos dentro. Allí había mesas donde se ofrecía a los visitantes degustación de galletas surtidas para que los viajeros hagan sus últimas compras para regalar a la familia o para consumo particular durante el viaje.
La anécdota de hoy se produce en este lugar de degustación, el amigo Juan y yo como no teníamos otra cosa que hacer entramos al lugar, nos mezclamos con las personas de las excursiones y degustamos una galleta. Un participante del grupo nos indica: “ustedes no vienen en la excursión”, le informamos que efectivamente no viajamos con el grupo. Nosotros no compramos nada, el señor en cuestión tampoco, ahora bien, no le quedó galleta por probar. Cosas de la vida.
Por cambiar de restaurante, cenamos en un bar cercano a nuestro albergue donde se concentraban una docena de peregrinos. Al terminar, nos vamos a descansar con la sensación una vez más de habernos equivocado al elegir este lugar como final de etapa. Quizá deberíamos haber elegido el Monte do Gozo, donde se supone habría algo más de ambiente.
01-07-2019 ETAPA 8ª LAVACOLLA A SANTIAGO 10,5K
Hoy nos levantamos sabiendo que esta aventura 2019 se acaba, tenemos Santiago a 10,5 kilómetros y ya pocas sorpresas y problemas físicos nos esperan. Queríamos llegar a Santiago paseando con tranquilidad no sin antes hacer una parada en Monte do Gozo y hacer las penúltimas fotos.
Bajamos de Monte do Gozo y justo antes de cruzar el puente y en la última casa vemos en el solar interior una esculturas de piedra y tomamos interés por ellas. Subimos a nuestra izquierda unos diez-quince metros y nos encontramos con una valla metálica. Al fondo vemos una casa y un recinto al aire libre con gran cantidad de esculturas. En el preciso momento que llegamos a la valla, un señor mayor salía del recinto. Como nos llamaron la atención tantas esculturas que se encontraban dentro, le preguntamos y nos invitó a pasar al interior. Nos estuvo explicando cada una de las esculturas más interesantes que tenían en el interior. Al final nos dijo que él había sido cantero y que un hermano suyo había sido el artista que había esculpido las obras allí existentes.
Los trabajos que pudimos ver fueron esculpidos por el escultor José Cao Lata. En internet hay informaciones sobre este escultor discípulo de Asorey, y fotos de alguna de sus obras. El descampado de su casa en Monte Do Gozo, 16, es todo un museo de arte.
José Cao hace crítica tallando la piedra. La mayoría de sus obras son críticas a la Justicia, a los políticos, a actitudes, a personas conocidas, etc.
Nos despedimos y agradecimos la lección de arte y le dimos una propina.
Y poco a poco llegamos a Santiago. Hicimos las oportunas fotos en la Plaza del Obradoiro, pasamos a recoger la Compostela lugar donde volvimos a encontrarnos con las tres señoras que se alojaron el día anterior en el mismo lugar que nosotros, y que protagonizan la última anécdota del Camino. En la oficina del peregrino revisan las credenciales para comprobar que has realizado al menos los últimos 100 kilómetros para obtener la Compostela. Las señoras, incomprensiblemente han sellado solamente en tres lugares a lo largo del Camino y nos consta que con toda seguridad han hecho más de 100 kilómetros, pues las hemos estado viendo en la mayor parte de nuestro Camino. No les han permitido acceder a retirar la correspondiente Compostela. Lo importante es lo que han hecho, no el documento.
Por la tarde visitamos la Catedral y abrazamos a Santiago. Al día siguiente, volvimos en avión a nuestros respectivos destinos a primera hora de la mañana.
Fin de mi tercer camino.
2017 En bicicleta de montaña desde Sagunto-Valencia
2018 En bicicleta de montaña desde Santander
2019 A pie desde O Cebreiro.
Silverio Murciano